Los europeos compartimos una rica herencia cultural como resultado de siglos de intercambio y flujos migratorios. La diversidad lingüística y cultural es uno de los principales valores de Europa a la que todas y todos contribuimos desde nuestra singularidad.
BASQUE. es el reflejo de un país (la tierra del euskera), de una historia, de una manera de entender el mundo, la nuestra. La expresión de una cultura orgullosa de sus raíces que ha sabido abrazar tradición y vanguardia para ofrecer una nueva mirada.
BASQUE. es una ventana desde la que asomarse y descubrir la cultura y la creación contemporánea vasca a través de la música, la danza, el teatro, el cine, la literatura, el arte… Y su lengua, el euskera. Y, a su vez, un lugar abierto a la creatividad desde el que compartir, tender puentes y generar nuevas conversaciones que contribuyan al diálogo entre culturas.
La tierra del euskera, también conocida como Euskal Herria, está ubicada en el sur de Europa, al oeste de los Pirineos. Se extiende a ambos lados de la cordillera, a través de valles y llanadas, hasta el bravo mar cantábrico. Con una historia milenaria, cuenta con una cultura singular y un idioma único en el mundo. El País Vasco, Euskadi o Euskal Herria es diverso y acogedor. Y todo está cerca. Su moderna sociedad ha sabido adaptarse a cada época, situándose así a la vanguardia de Europa en calidad de vida y desarrollo humano sostenible.
El euskera es el idioma vivo más antiguo de Europa. Su origen sigue siendo un misterio: no se sabe de dónde viene y no guarda parentesco directo con otras lenguas. Ha sobrevivido durante siglos y, con ella, los vascos y vascas han mantenido una rica cultura propia. Cabe destacar la magnífica salud actual del bertsolarismo, el arte de improvisar versos: una realidad pujante y de prestigio. Hoy en día, unas 900.000 personas conocen el euskera. Cuenta además con una importante presencia en el ámbito educativo, cultural, social y digital.
Una tierra con raíces arraigadas y una cultura llena de singularidades. Las tradiciones, el folclore y la mitología, junto con el idioma, ocupan un lugar destacado en el imaginario colectivo. Pero no solo sirven para mirar al pasado: son la base desde la que proyectarse hacia el futuro. El País Vasco es hoy un territorio moderno donde tradición y vanguardia conviven en armonía.
El reciente éxito de películas como ´Loreak´, ´Amama´ o ´Handia´ ha permitido el florecimiento de la producción cinematográfica en euskera. El cine vasco se ha venido desarrollando muy especialmente en los últimos 50 años: desde el canto al País Vasco de ´Ama Lur´ (N. Basterretxea y F. Larruquert, 1968) hasta la nueva generación de directores (Cobeaga, Garaño, Arregi, Vigalondo, Goenaga, Altuna, Esnal…) auspiciada por el programa de cortometrajes Kimuak, pasando por figuras como Medem o Alex de la Iglesia. Con el Festival de San Sebastián como bandera, el País Vasco cuenta con una dilatada cultura audiovisual.
La música es un importante motor en la actividad cultural vasca. Históricamente también ha sido así: el compositor Maurice Ravel, el violinista Pablo Sarasate o el arpista Nicanor Zabaleta son exponentes de la cultura de este territorio. Ainhoa Arteta es una de las grandes sopranos contemporáneas, mientras que los coros vascos o la Orquesta Sinfónica de Euskadi gozan de prestigio internacional. En la actualidad, existen multitudinarios festivales de rock (Azkena Rock Festival y Bilbao BBK Live) y de jazz (festivales de jazz de Vitoria-Gasteiz, Donostia-San Sebastián y Getxo). Desde la emocionante música folk de Mikel Laboa al rock de Berri Txarrak pasando por los experimentos electrónicos de Belako, la música vasca sigue pisando fuerte.
El arte vasco no se podría entender sin la capital aportación de Jorge Oteiza y Eduardo Chillida. Además de su proyección internacional, ejercieron una enorme influencia en varias generaciones (Txomin Badiola, Cristina Iglesias, Peio Irazu, Ángel Bados) y formaron parte de una constelación de artistas vascos reunidos en el Grupo Gaur en los años 60. Esther Ferrer es pionera y una representante destacada del arte de la performance. Euskadi acoge grandes museos y prestigiosos centros de arte (Museo Guggenheim Bilbao, Museo de Bellas Artes de Bilbao, Artium, Tabakalera…) y el arte vasco recorre el mundo gracias a artistas como Itziar Okariz, Sergio Prego, Maider López, Asier Mendizabal o Jesus Mari Lazkano.
La literatura vasca cuenta con una enorme vitalidad. Muchos libros se traducen a varios idiomas, reciben galardones y en algunos casos se llevan al cine. A partir de 1975, coincidiendo con el final de la dictadura en España, se multiplicaron las editoriales. La literatura en euskera recibió un gran empujón y escritores como Bernardo Atxaga, Ramon Saizarbitoria o Arantxa Urretabizkaia cobraron especial protagonismo. En los últimos años, una nueva generación encabezada por Eider Rodríguez, Kirmen Uribe o Harkaitz Cano, entre otros, está tomando el relevo. Asimismo, escritoras y escritores en castellano como Ramiro Pinilla, Fernando Aramburu o Dolores Redondo también han tenido una enorme relevancia durante las últimas décadas.
Desde los bailes tradicionales hasta el teatro de vanguardia, las artes escénicas vascas ofrecen una amplia oferta de marcada personalidad. Al margen de los profundos cambios sociales, el repertorio de danza tradicional perdura en el País Vasco. La danza clásica, la tradicional, la danza teatral y la contemporánea se combinan y mezclan con frecuencia. Hoy en día, bailarines como Lucía Lacarra o Igor Yebra forman parte de grandes compañías internacionales de ballet. Teatros como el Arriaga de Bilbao, el Victoria Eugenia de San Sebastián o el Principal de Vitoria-Gasteiz, así como espacios escénicos independientes, mantienen viva la llama del teatro.
Para los vascos y vascas la gastronomía no es solo comida. Es una manera vivir. Los pintxos, cocina en miniatura que se disfruta en un ambiente popular e informal, se han convertido en una seña de identidad. El País Vasco también es la cuna de las sociedades gastronómicas, lugares de encuentro en los que se socializa en torno a una mesa. Además, la gastronomía vasca se ha convertido en una referencia de primer nivel y la punta de lanza de muchos movimientos de renovación. San Sebastián es una de las ciudades con más estrellas Michelin del mundo.
Los vascos y vascas han contado con un gran espíritu aventurero e innovador, y han dejado una huella en la historia mediante figuras como Juan Sebastián Elcano, primer navegante que dio la vuelta al mundo, o Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús. En todos los ámbitos de la sociedad encontramos a vascos universales. Modistos como Cristóbal Balenciaga y Paco Rabanne; escritores como Unamuno, Pío Baroja o Bernardo Atxaga; y artistas como Eduardo Chillida, Jorge Oteiza o Cristina Iglesias. Por su parte, el movimiento cooperativista, un sistema empresarial innovador y moderno, es a día de hoy alabado y estudiado por reputados economistas.