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Cómo comer pinchos como un vasco

Escrito por Marti Buckley 12 Jun 2024

Es impensable que alguien visite el País Vasco y no vaya de pintxos

Es impensable que alguien visite el País Vasco y no vaya de pintxos. Los emblemáticos pintxos del País Vasco no sólo son deliciosos, sino también obras de arte en miniatura y piezas del patrimonio culinario local. Los pintxos son una forma de vida para los y las vascas. Ya sea como tentempié a media mañana o como aperitivo antes de comer, encarnan la vibrante cultura social de esta tierra. Tanto si te encuentras en la famosa Parte Vieja de Donostia como en las acogedoras tabernas de Bilbao y Vitoria, saber comer pintxos como un vasco o una vasca más puede hacer que tu experiencia pase de ser turística a auténticamente vasca.

En esta guía, encontrarás consejos y trucos que te ayudarán a comer pintxos como un o una vasca más. Los pintxos tienen casi un siglo de historia en el País Vasco, por lo que es lógico que tengan un elemento social bien arraigado y haya unas costumbres definidas a su alrededor. Aquí tienes todo lo que necesitas para entender las reglas no escritas de los bares de pintxos y para saber cuáles probar y cómo pedirlos. Exploraremos el arte de encontrar, comer y pagar tus pintxos, e incluso los mejores momentos para disfrutar de estos deliciosos bocados. Así que toma un vaso de txakoli, activa tu apetito, y sumerjámonos en el delicioso mundo de los pintxos, donde cada bocado cuenta una historia sobre tradición, comunidad e historia culinaria.

Siete consejos para comer pintxos como un vasco

 

Comer pintxos a la hora adecuada.

 

En el País Vasco, los pintxos son una tradición muy arraigada. Aunque algunos bares de pintxos tienen comida en las barras durante todo el día, en realidad hay un par de momentos del día en los que se comen los pintxos tradicionalmente. La primera hora para comer pintxos suele ser sobre las 11:00, cuando los bares empiezan a abrir. Comer a esta hora tiene incluso su nombre, hamaiketako, lo que en español equivaldría a “lo de las once”. Esta pausa para el pintxo se prolonga hasta la hora de comer, hasta las 14:00 aproximadamente. El segundo momento para comer pintxos es antes (o durante) la cena, desde las 19:00 hasta las 23:00. Por la noche, los bares de pintxos cobran vida con una bulliciosa energía. Locales y visitantes se reúnen para socializar, acompañados de bebidas y una variedad de tentadores pintxos. Pero si vas demasiado pronto, o en las horas muertas del mediodía, es posible que te quedes con hambre o tengas que comer pintxos elaborados ya hace demasiado tiempo.

No ser tímido en la barra de pintxos.

 

Comer pinchos es un hábito popular. Eso significa que, dependiendo del barrio, el bar y la hora del día, es posible que tengas que abrirte paso entre una animada multitud para llegar a la barra. Sé educado pero firme: no dudes en abrirte paso. Llamar la atención del camarero o camarera es crucial; hacer un gesto amistoso con la cabeza o con la mano garantiza que sepa que estás esperando. En los bares más concurridos, esto puede marcar la diferencia entre un servicio rápido o una larga espera. Recuerda que la cultura de los pintxos se nutre de la interacción social, así que aprovecha el bullicio y disfruta del ambiente. Con un poco de paciencia y confianza, encajarás perfectamente con la gente que te rodea.

Comer pintxos de pie.

 

Los pintxos siempre se han comido de pie en la barra. Su naturaleza de tentempié rápido, elaborado para saciar el apetito mientras se bebe algo, ha impedido históricamente sentarse mientras se come. La tradición de comer de pie contribuye a crear el ambiente dinámico que todo el mundo adora. Facilita la interacción con la gente que te rodea y te sumerge en la animada escena del bar. Por tanto, haz tuya la tradición: quédate de pie, disfruta de tus pintxos y empápate de la auténtica experiencia. Estar de pie también te anima a probar distintos pintxos, moviéndote de un bar a otro sin estar anclado a un asiento. Y esto nos lleva al siguiente punto.

Ir de un bar de pintxos a otro.

 

La esencia de la cultura del pintxo es mantenerse en movimiento. Los vascos y vascas suelen tomar una copa y un pintxo, y luego pasan al siguiente bar. Aunque es tentador acomodarse y pedir varios pintxos en un mismo bar, sobre todo si encuentras uno que te gusta, resiste la tentación. Saborea uno o dos pintxos, y luego dirígete al siguiente bar. Este enfoque no sólo maximiza la cantidad de bares que puedes probar, sino que también abraza el verdadero espíritu de comer pintxos.

Probar la especialidad de cada bar de pintxos.

 

Los y las vascas saben que cada bar tiene uno o dos pintxos que son lo mejor que se puede pedir en dicho bar. Evidentemente, cada bar puede tener croquetas, tortillas o ensaladilla rusa, pero ¿dónde están las mejores croquetas? Esta es la sabiduría local que, si puedes acceder a ella, enriquecerá tu experiencia con los pintxos. Desde los tradicionales hasta los más originales, los pintxos de autor de cada bar son sin duda lo que hay que pedir. Para las personas recién llegadas, navegar por este abanico de opciones puede parecer desalentador, pero la solución es sencilla: sumergirse en el ambiente. Ya sea conversando con camareros/as bien informados/as u observando las preferencias de la gente de aquí, descubrir el pintxo de autor de cada bar no es demasiado difícil, sólo hay que mantener los ojos y los oídos bien abiertos.

Pagar los pintxos al final.

 

Comer pintxos tiene un orden muy concreto. Dile al camarero/a lo que quieres, disfrútalo y, justo antes de irte, paga la cuenta. Este sistema de honor hace que los y las comensales tengan la libertad de saborear cada bocado, entablar animadas conversaciones y sumergirse en el ambiente de convivencia sin interrupciones. Camareros/as y barmans del País Vasco parecen tener un sexto sentido, por su capacidad para llevar un registro mental de los pedidos de toda la clientela, aunque de vez en cuando te pidan que les recuerdes lo que has tomado.

En los bares de pintxos, el objetivo es socializar.

 

Las conversaciones y la convivencia son la esencia de ir de pintxos. No se trata sólo de comer, sino de tomar algo con viejos/as amigos/as e incluso de conectar con gente nueva. Se puede ir de pintxos solo/a: el bar de pintxos ofrece una invitación abierta a conversar. Es fácil salir de un bar de pintxos con un nuevo amigo/a, especialmente si se toma un poco de vino para relajarse. Si quieres comer pintxos como un o una vasca, recuerda que lo importante es la experiencia.

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